- Minimizar los riesgos ante la llegada del nuevo temporal, clave para evitar siniestralidades.
- El CCS si cubriría los daños ocasionados por las inundaciones que se deriven de las lluvias torrenciales que se esperan esta semana.
Ante las lluvias torrenciales y los vientos huracanados que están previstos para estos días, se intensifiquen las tareas de mantenimiento y previsión de daños con el fin de minimizar los riesgos y no aumentar el número de siniestros derivados de los temporales.
Pero en caso de que la siniestralidad aumentara por las abundantes lluvias que se esperan, se deberá notificar el daño que haya sido ocasionado a la aseguradora y, dependiendo de la intensidad de las lluvias y el viento, también al Consorcio de Compensación de Seguros (CCS) para que se haga cargo de la indemnización, ya que, al contrario que ha ocurrido con los problemas ocasionados por las nevadas de la borrasca Filomena, las inundaciones si están recogidas como riesgo extraordinario y por ende su cobertura corre a cargo del CCS.
Pero antes de llegar a este punto, la clave es la previsión. Tras las fuertes nevadas y las bajas temperaturas de la última semana, la Agencia Estatal de Meteorología prevé para los próximos días precipitaciones intensas junto a fuertes vientos. Estas inclemencias sumadas a que en gran parte de la península aún no se ha recuperado de los daños generados por Filomena podría desembocar en un escenario peligroso por riesgo de inundaciones.
Por ello, desde el Consejo General quieren recordar la importancia de evitar riesgos en estos periodos de frío, vientos y precipitaciones intensos, más allá de las propias tareas que han de llevar a cabo los Ayuntamientos. Algunas de ellas que todo el mundo puede llevar a cabo son:
- Revisar los tejados: con la previsión de lluvias torrenciales, es imprescindible revisar el correcto funcionamiento de los canalones y canaletas, evitando su obstaculización para que no se acumule el agua y pueda provocar desbordamientos.
- Limpieza de tuberías: es una de las tareas que debemos realizar más periódicamente. Los expertos recomiendan dejarlo en manos de un profesional, que se encargará de desatascar todas las tuberías y prevenir el riesgo a inundaciones. De todos modos, con las recientes heladas, debemos vigilar su estado, ya que podrían haberse congelado y con el cambio de temperatura pueden haberse fracturado.
- Salvaguardar adecuadamente el mobiliario de las terrazas: según las previsiones, junto a las lluvias también habrá fuertes rachas de vientos. Por ello, se recomienda retirar el mobiliario de las terrazas que puedan volar y ser arrastrados por el agua, como toldos, mesas, sillas, armarios, o en su defecto, anclarlos debidamente evitando ser arrastrados.
- Eliminar las placas de hielo de las terrazas, patios y zonas comunes, con el fin de liberar los desagües: son muchas las terrazas que continúan con la nieve acumulada y capas de hielo que dificultan que los desagües puedan funcionar de manera adecuada. Por ello, se recomienda dejar libre los desagües, tratar de romper las placas de hielo y deshacerlas en la medida de lo posible
- Elevar las mercancías: Con el fin de evitar la pérdida de materiales y utensilios que se puedan guardar en almacenes o trasteros, es recomendable elevarlos más de diez centímetros del suelo con el fin de que en caso de inundación no se deteriore o estropee.
Además de los posibles riesgos en las viviendas y zonas comunitarias, hay que adoptar precauciones en otros ámbitos:
- Vigilar los elementos con riesgo a caída: aunque las comunidades autónomas y ayuntamientos ya trabajan para eliminar estos riesgos, se recomienda no caminar por zonas boscosas ni estacionar los vehículos debajo de las mismas o cerca de cauces y orillas de ríos.
- No circular por zonas inundadas o con riesgo a inundación: la DGT recomienda no circular por zonas que puedan ser afectadas por una riada ni atravesar tramos ya inundados, donde la corriente pueda arrastrar al vehículo.
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