Aspectos clave para elegir la mejor residencia para nuestros mayores

El servicio, la localización y el precio son tres cuestiones fundamentales a la hora de decantarnos por un centro geriátrico u otro. Además, también puede ser de gran ayuda contar con productos específicos para la tercera edad como el seguro de dependencia, entre otros.

Actualmente, la esperanza de vida en España se sitúa en los 83,3 años de media, siendo la mayor registrada en los países de la Unión Europea y la tercera a nivel mundial, sólo superada por Japón y Suiza. Ahora bien, a medida que las personas envejecen sus necesidades también cambian y requieren una atención y unos cuidados especiales. Por ello, para que los mayores estén bien atendidos, muchas familias se plantean llevar a sus padres a una residencia.

Obviamente, no se trata de una decisión sencilla. Al contrario, es una experiencia complicada que lleva consigo muchas dudas e incertidumbre. Las cuales todavía se acentúan más en el actual contexto de pandemia. Generalmente nos preguntamos: ¿cómo elijo el mejor centro? ¿Estarán bien atendidos y cuidados? ¿El personal tiene suficiente experiencia? Son cuestiones que pueden surgirnos. Ahora bien, hay tres aspectos clave a la hora elegir una residenciael servicio, la localización y el precio.

Analiza, pregunta y no te precipites 

De buenas a primeras no podemos saber si el servicio que ofrece el centro será el adecuado para nuestros mayores. Para ello es imprescindible que no nos precipitemos e investiguemos un poco. Es decir, debemos analizar la página web de la residencia geriátrica, el material escrito que nos entreguen y hacer todas las preguntas que consideremos oportunas durante la visita. También puede ser útil preguntar a algunos residentes del centro o a sus familias.

Además, a la preocupación lógica de los familiares respecto a que sus padres reciban el trato que se merecen, se suma el temor a que sean maltratados, estafados, abusados o vejados. Una inquietud que ha ido creciendo, al hacerse eco los medios de comunicación de este tipo de injusticias cometidas en algunas residencias. Por todo ello vale la pena asegurarse y mucho, antes de dar el paso. Estos son algunos de los aspectos a tener en cuenta:

  • Equipo de profesionales y cuidadores. Son lo más valioso de una residencia geriátrica. La plantilla puede ser más o menos amplia y puede llegar a incluir varios perfiles profesionales. Pero hay un aspecto importante a tener en cuenta: todo el personal debe estar al día de las tendencias del sector a través de programas de formación continuada.
  • Limpio, bien ubicado y accesible. Obviamente, la higiene y salubridad no pueden faltar. Pero, otro aspecto importante es la ubicación, intentando que esté lo más cerca posible de nuestro domicilio familiar para que podamos visitar a nuestros padres o abuelos con mayor frecuencia. Otra cuestión importante es la accesibilidad, teniendo en cuenta que muchas personas mayores se desplazan en silla de ruedas o con un andador; es importante que la residencia sea espaciosa.
  • Precio. En una residencia hay servicios básicos como: el alojamiento, restauración, atención sanitaria, médica, psicológica…, que están incluidos. Pero, también hay otros servicios opcionales como: podología, peluquería, cafetería…, que aportan un valor añadido. Obviamente, en función de las necesidades del residente y de la capacidad económica de la familia se incluirán más o menos.

Mejor una atención individualizada y continuada

  • Atención individualizada. Estos centros deben implementar un correcto seguimiento de cada uno de los convivientes.  También es importante que la atención sea continuada. Nos referimos a que con casi toda seguridad la persona mayor que ingresa en una residencia tiene unas necesidades en ese momento que seguramente, se verán incrementadas con el paso del tiempo. Por eso, debemos informarnos sobre si el centro está preparado, adecuadamente, para afrontar esa evolución.

El importante papel del seguro de dependencia

El sector asegurador también aporta su grano de arena con un producto específico que puede ser útil para esta franja de edad: el seguro de dependencia. Estas pólizas específicas están diseñadas para personas que padecen limitaciones físicas o psíquicas que les impiden continuar con sus actividades cotidianas. Según el tipo de póliza adquirida y el grado dependencia, la aseguradora indemnizará en forma de renta, de una sola vez o prestando un servicio.

Uno de los servicios que incluye este tipo de seguros consiste en que el asegurado puede beneficiarse de la ayuda de un cuidador en casa. De esta forma, la póliza se hace cargo de los gastos para recibir la asistencia necesaria, comprar sillas y camas especiales, andadores, e incluso indemnizar con dinero para que el asegurado pueda cubrir estos gastos. Es importante, por tanto, revisar bien las condiciones del seguro contratado.

Salud, vida y decesos, también para la tercera edad 

Además, no es el único seguro pensado para la tercera edad. Afortunadamente en el mercado también existen seguros de salud, vida y de decesos a medida de las necesidades de este sector. En el caso del seguro médico, existen pólizas para mayores de 65 años, que garantizan ciertas coberturas médicas en caso de sufrir una enfermedad duradera. Además, permiten el acceso a un cuadro médico amplio con los mejores especialistas y listas de espera casi inexistentes.

En cuanto a los seguros de vida se encargan de cubrir económicamente a las familias o allegados si se produce el fallecimiento repentino y también, en caso de incapacidad por accidente y/o enfermedad de la persona asegurada. Respecto al seguro de decesos, también se incluyen todos los gastos del sepelio y demás temas administrativos.

En definitiva, para elegir una residencia hay que valorar muchos aspectos y necesidades. Además, es una decisión que debe de ser consensuada y responsable, analizada desde diferentes enfoques: físico, humano, emocional, social, económico… Siempre primando el bienestar y calidad de vida de nuestros familiares. En caso de dudas sobre el seguro de dependencia y otras pólizas a medida de la tercera edad, lo más recomendable es que os informéis con vuestro mediador de confianza. 

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